20.3.14
13.3.14
Invisible
Algunas veces evoco una vieja fantasía: La terrorífica visión
de no ser un hombre, sino, solamente, un retrato intangible que habita en la
mente de otra persona.
Darme cuenta de que toda mi vida no ha sido más que una
farsa, una materialización ficticia de anhelos, una insulsa forma esclava que
nadie puede ver más allá de la mente de otro que la sueña. Una nada, un espectro
psicológico que no razona por sí solo sino como parte de los pensamientos de
alguien más.
Cautivo y fracasado desertor dentro de una psiquis que lo imagina
y comparte con él algunos momentos de su existencia. Una tenebrosa sombra que
mora en la idiotez de otra. Que a su vez es su propia y enajenada idiotez. Espantoso
delirio.
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